Vaya, ¡hacía tiempo que no escribía aquí! Y han pasado muchas cosas desde que publiqué mi última historia.

Escribí una historia sobre cómo aprender español mientras me sumergía en la cultura local y la vida en general de Bolivia.

Después de tres meses, mi español mejoró bastante. Al menos entendí lo que la gente de migración quería de mi vida. Tengo un visado para un año en Bolivia y tengo curiosidad por ver cómo continuará mi viaje en este país.

No tendré exactamente un año, pero quizás cuatro meses más para pasar en este país. Es una pena porque me enamoré de este país y siempre tendrá un lugar especial en mi corazón.

Estas son algunas de las cosas que adoro de Bolivia. Y espero que cambie la forma en que algunos ven este país. Bolivia no parece gozar de mucha popularidad entre los turistas de Sudamérica.

1. La gente

La gente aquí es genuinamente amable. He conocido probablemente a mis mejores anfitriones de Airbnb hasta ahora. Mostraron interés en mis historias, y siempre me revisaban, si necesitaba algo, me dieron muchos consejos para explorar La Paz, etc. ¡La lista es larga! En general, me sentí muy bien acogida. No sólo con ellos, sino con casi todo el mundo.

En mi español chapurreado, conversaba con las señoras de los restaurantes locales llamados pensiones.

Y cuando coma fuera, entre en el autobús o incluso tome el ascensor, la gente le saludará al azar, incluso en la calle. Podría pensar que se trata de modales básicos según donde viva. Sin embargo, no es común en Rumanía, de donde soy, excepto en las zonas rurales.

Admito que me coge por sorpresa muchas veces cuando esto ocurre.

2. La naturaleza

Al venir por primera vez a Sudamérica, la región andina me resultaba muy extraña. Y no esperaba disfrutarla tanto como lo hago.

Hace frío en todas partes. Y las casas no tienen calefacción, al menos la mayoría. Pero el entorno lo compensa.

Montañas, colinas, colores, llamas y otros animales hacen que esta parte del mundo sea tan mágica.